MANGLAR

La elección de hacer la entrega final en el club está relacionada en principio a que las instancias anteriores no nos dejaron del todo conformes. Nos parecía que podíamos enriquecer de alguna manera el trabajo con German, y el club era una buena opción porque es un espacio en donde nuestro actor social se mueve pero que no es del todo parte.

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Elegimos el bar porque es a donde va German a tomar un café y ver partidos. En donde se relaja. Decidimos hacer planos cerrados para poder registrar su mirada y sus expresiones, que fueron algo que nunca pudimos lograr del todo en las instancias anteriores. 

Por otra parte, decidimos hacer planos detalles para registrar sus manos y las acciones que hace cuando está merendando, y un plano general para mostrar el contexto, que además creemos que es muy pintoresco y potente como imagen. 

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El club nos permitió poner en juego otros elementos en la imagen, como sillas, mesas, la barra. Mas elementos para poder construir la imagen y tomar decisiones con respecto a que queríamos contar. Además, decidimos armar la puesta antes de citar a German, para tener todo listo y probado. Elegir un espacio que no le pertenece a nuestro actor social nos dio esa posibilidad, la de hacer pruebas de cámara y preproducir con lo que teníamos a nuestro alcance. Siempre teniendo en cuenta el limite entre ficción y realidad, porque si bien queríamos armar una imagen que nos convenciera, no queríamos que se convirtiera en una imagen totalmente artificial y que perdiera la naturalidad de la situación.

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En las entregas anteriores no tuvimos esa posibilidad, se volvía bastante plano el trabajo ya que solo teníamos a German interactuando con las artesanías y haciendo siempre la misma acción. No teníamos acceso a poder modificar el fondo ni tomar decisiones con respecto a la ubicación del sujeto, sino que solo podíamos nosotros mover la cámara alrededor de él.